Pasiones distanciadas

Bajo una luz tenue, acabo un café que ya quedó frío y me dispongo a danzar con las palabras. Como un niño, sueño, de una forma muy inocente, que mis dedos se entrelazan con los tuyos, una risa penetra en mi cabeza y un beso no se decide a surgir. Cada minuto que transcurre de esta caótica noche, es un grano en nuestro reloj de arena que nos acerca a ese día, en el que dejaremos de soñar para vivir nuestra propia realidad. Vivo con el alma llena de esperanza, luchando cada día porque las barreras que nos alejan mueran y nuestras emociones, impacten sobre nuestros cuerpos, señal de que lo vivido entre los dos, durará hasta el final de nuestros días.

Sucio y penetrante erotismo

Mis labios se humedecen al mirarte, presagio de lo que de forma casi imperceptible, desean que se vuelva real, intenso, puro.

Lentamente me acerco hasta el horizonte de tu rostro, para descubrir paso a paso, todos sus rincones. Te beso, impregnando mi alma en un solo instante cargado de placer.

Bajo hasta las profundidades de lo prohibido, para descubrir ese secreto que me ocultas y que mi ser muere por conocer. Y ante mi, lo que ya es todo un mar de un placer silencioso, inyectando su néctar sobre mi piel. Introduzco mis dedos, recorriendo cada cavidad de tu ser, a la vez que el canto de la pasión más pura, penetra en mis oídos y me eleva al cielo.

Y no me detengo, pues tus gemidos son mi combustible. Ese placentero dolor que recorre mi espalda, la forma más directa de demostrar el placer que este momento te produce, empujándome a seguir cada vez a mayor velocidad, hasta que el flujo, imparable, baña todos mis sentidos y nos atrapa en un circulo cargado del más sucio erotismo, que no pretendemos abandonar.

La realidad de los sueños

Hojas que reflejan su paso por un mundo que desconocen con cada golpe de viento contra su cuerpo. Perder la mirada a través del cristal que ilumina una humilde morada que sueña con rodearse de lo más bello de la naturaleza.

Y es mi alma, de forma infantil, la que me empuja a experimentar, como aquella primera vez, la suave caricia del agua pura sobre mi cuerpo. Y en mi cabeza, crecen alas de pasión, intentando que mis pies olviden para siempre, el tacto de una realidad muy profunda.

Son solo emociones camufladas de sueños, dulces engaños que le presentamos a nuestra realidad para que nos conceda una pequeña parcela de libertad, que se destruye y reconstruye cada día.

Y así sentir que somos locos en un mundo de cuerdos, en el que nuestro bando cambia a cada momento, porque nos gobierna a la vez nuestro corazón y nuestra mente.

Seguimos mirando a través de esa ventana, que nos permite soñar y a la vez nos muestra, que en el fondo, esa es nuestra realidad.

Sensualidad dibujada

Dos cuerpos desnudos que con suaves pinceladas dibujan la pasión más desenfrenada en sus cuerpos. La unión perfecta de dos almas que viajan juntas a las más altas montañas y los ríos más caudalosos.

Una mirada, una simple mirada cómplice que habla por los dos y les invita a seguir, a no detenerse hasta llegar al culmen de ese placentero momento.

El cuerpo se escapa de su mente y es su corazón la que guía sus movimientos. Un grito claro, una mano que rasga con furia aquello que le sostiene, el lugar donde nacen los sueños que se transforman en realidades.

Y en ese momento en el que su mente se eleva hasta el cielo, ambos, cargados de emociones que confluyen en un mismo final, se fusionan en un solo ente y dejan que sus agotados cuerpos, recuerden lo que ha pasado en aquellas 4 gloriosas paredes