Una bala danza sobre mi cabeza

Una bala que danza sobre mi cabeza, esperando a ese último movimiento perfecto que me lleve a ese mundo en el que la oscuridad es el compañero eterno de viaje.

Durante esos angustiosos segundos, mi vida, de forma torpe y acelerada se apresura por recorrer mi mente, para impregnarla de los recuerdos de lo que tomo más como un regalo que como una triste despedida.

Un impulso ciego me lleva a agarrarme al borde de un afilado acantilado, con la necia esperanza de sufrir, pero acabar vivo, pero es la razón, la misma que siempre guio mis pasos, la que me mantiene sobre la fría y húmeda silla y me hace rezar, no sé a quién, para que todo esto termine cuanto antes.

Se apaga mi mirada, mi cuerpo se desconecta, porque esa bala ya ejecutó el mortífero movimiento que de forma abrupta, da paso a lo oscuro, lo desconocido, lo eterno.