Por vosotras, para vosotras

Vuestros pasos, son los nuestros, pues, a cada segundo, vais iluminando el camino de nuestro futuro. Se detiene el reloj de arena de nuestro destino, al mismo tiempo que cerramos los ojos, para imaginar un mundo igualitario, por el que lucháis cada día.

Levantemos la mirada, con ilusión y contemplemos, la revolución de nuestro universo, que, sin vosotras, no sería posible. Y amanecemos cada día, con el deseo de eliminar las barreras que de una forma caótica y absurda nos separan, esa, que os aleja, cuando debería unirnos, pues somos iguales.

Y lucharemos, todos, dejándonos la piel, hasta que un día, vivamos en un mundo justo e igualitario, en el que brilléis por vuestras mentes, no por vuestros cuerpos.

Sueños en guerra

Una lágrima intentando nutrir una tierra que murió hace muchos años. Un llanto silencioso, de quien, indefenso, se pregunta por qué debe sobrevivir a tan temprana edad.

Una mirada que se pierde entre los escombros, cargada de una inocencia que jamás debió perderse y un sueño, que en el fragor de la batalla, nunca desaparece.

Demonios de color dorado, que a toda velocidad, arrebatan violentamente las vidas de quienes no deben morir por luchas en nombre de nadie. Sentir que la muerte te acecha y a cada paso que das, puedes estar cerca del trágico final.

Mientras millones de ojos te observan, sus corazones no se movilizan y cientos de almas en plena niñez, viajan sin rumbo hasta un destino soñado, pero cada vez menos real.

Y llegará el día en el que todo acabe, aunque por desgracia, otro día, todo volverá a comenzar

Pasiones distanciadas

Bajo una luz tenue, acabo un café que ya quedó frío y me dispongo a danzar con las palabras. Como un niño, sueño, de una forma muy inocente, que mis dedos se entrelazan con los tuyos, una risa penetra en mi cabeza y un beso no se decide a surgir. Cada minuto que transcurre de esta caótica noche, es un grano en nuestro reloj de arena que nos acerca a ese día, en el que dejaremos de soñar para vivir nuestra propia realidad. Vivo con el alma llena de esperanza, luchando cada día porque las barreras que nos alejan mueran y nuestras emociones, impacten sobre nuestros cuerpos, señal de que lo vivido entre los dos, durará hasta el final de nuestros días.

Sucio y penetrante erotismo

Mis labios se humedecen al mirarte, presagio de lo que de forma casi imperceptible, desean que se vuelva real, intenso, puro.

Lentamente me acerco hasta el horizonte de tu rostro, para descubrir paso a paso, todos sus rincones. Te beso, impregnando mi alma en un solo instante cargado de placer.

Bajo hasta las profundidades de lo prohibido, para descubrir ese secreto que me ocultas y que mi ser muere por conocer. Y ante mi, lo que ya es todo un mar de un placer silencioso, inyectando su néctar sobre mi piel. Introduzco mis dedos, recorriendo cada cavidad de tu ser, a la vez que el canto de la pasión más pura, penetra en mis oídos y me eleva al cielo.

Y no me detengo, pues tus gemidos son mi combustible. Ese placentero dolor que recorre mi espalda, la forma más directa de demostrar el placer que este momento te produce, empujándome a seguir cada vez a mayor velocidad, hasta que el flujo, imparable, baña todos mis sentidos y nos atrapa en un circulo cargado del más sucio erotismo, que no pretendemos abandonar.

El porno de mis emociones

Abrir mi alma al mundo, dejando que las emociones que la rodean, penetren en lo más profundo de mí ser. Mirar con ojos lascivos a mí alrededor, esperando un gesto cómplice, que nutra a mi deseo y llene mi cabeza de pasiones que desearía que se volvieran realidades.

Dejarme llevar por el instinto más básico, emprendiendo un camino que desconozco, pero cuyo final me eleva a los cielos.

Sonidos profundos, convulsas agitaciones, palabras cargadas de lujuria que se inyectan directamente sobre mi mente e impulsan a todo mi cuerpo para no detenerse jamás.

Y así será, avivando ese fuego puro, que sobrepasa los límites de la simple unión de dos cuerpos y viaja hasta lugares que jamás se creyeron alcanzables, que al final se vuelven eternos.

La senda de las realidades

Locura disfrazada de sueño, que siendo sueño, lucha por transformarse en realidad. Voces afiladas esparcidas por la senda de dos almas que mueren por descubrir su final. Aunque sean sus frágiles movimientos los que les hagan avanzar, un enmascarado y erróneo pensamiento les hace retroceder a cada paso que dan, como si fuera el mundo que les rodea, quien moviera la tierra que pisan y no ellos, los que agitan sus extremidades en la dirección opuesta.

Y así será como el correr del tiempo, cual tornado de ideas baladís, les empujará hasta los extremos de una agitación bulliciosa de la que no podrán escapar, hasta que confíen en que juntos, todo es posible.

Todo es posible, naciendo un poder enigmático el cual no pueden apreciar, pero recorre sus cuerpos, llega a sus mentes e inyecta la realidad, su realidad, en la cual juntos, recorren ahora sí, la senda creada con granos de deseo, afecto y sobre todo, complicidad.

La realidad de los sueños

Hojas que reflejan su paso por un mundo que desconocen con cada golpe de viento contra su cuerpo. Perder la mirada a través del cristal que ilumina una humilde morada que sueña con rodearse de lo más bello de la naturaleza.

Y es mi alma, de forma infantil, la que me empuja a experimentar, como aquella primera vez, la suave caricia del agua pura sobre mi cuerpo. Y en mi cabeza, crecen alas de pasión, intentando que mis pies olviden para siempre, el tacto de una realidad muy profunda.

Son solo emociones camufladas de sueños, dulces engaños que le presentamos a nuestra realidad para que nos conceda una pequeña parcela de libertad, que se destruye y reconstruye cada día.

Y así sentir que somos locos en un mundo de cuerdos, en el que nuestro bando cambia a cada momento, porque nos gobierna a la vez nuestro corazón y nuestra mente.

Seguimos mirando a través de esa ventana, que nos permite soñar y a la vez nos muestra, que en el fondo, esa es nuestra realidad.

Una gota de fuego vital

Una gota de fuego vital que cae y mientras de forma abrupta se mantiene en el aire, deja el recuerdo de una victoria que aquel que la derrama, recordará siempre.

Un esfuerzo titánico, para alcanzar aquello que siempre pensó que le sería negado, sobrepasar los límites de lo humano y de lo cabal, los límites del deseo y el afecto, llegar a un mundo que empezaba a descubrir.

Pero su necedad dejó paso al tiempo, segundos que impactan contra el lazo que unió su vida y lo van erosionando, porque los sueños no son de color dorado.

Renacer del pasado y volver a alcanzar ese límite que un día fue posible, tejer con su propio corazón una red inamovible, que refuerce lo que un día sabía a eterno, a puro, a intenso.

Y nuevamente ver una gota que cae, para esta vez fundirse con su alma y volverse eterna, como el amor de aquel que la derrama

Sensualidad dibujada

Dos cuerpos desnudos que con suaves pinceladas dibujan la pasión más desenfrenada en sus cuerpos. La unión perfecta de dos almas que viajan juntas a las más altas montañas y los ríos más caudalosos.

Una mirada, una simple mirada cómplice que habla por los dos y les invita a seguir, a no detenerse hasta llegar al culmen de ese placentero momento.

El cuerpo se escapa de su mente y es su corazón la que guía sus movimientos. Un grito claro, una mano que rasga con furia aquello que le sostiene, el lugar donde nacen los sueños que se transforman en realidades.

Y en ese momento en el que su mente se eleva hasta el cielo, ambos, cargados de emociones que confluyen en un mismo final, se fusionan en un solo ente y dejan que sus agotados cuerpos, recuerden lo que ha pasado en aquellas 4 gloriosas paredes

Una bala danza sobre mi cabeza

Una bala que danza sobre mi cabeza, esperando a ese último movimiento perfecto que me lleve a ese mundo en el que la oscuridad es el compañero eterno de viaje.

Durante esos angustiosos segundos, mi vida, de forma torpe y acelerada se apresura por recorrer mi mente, para impregnarla de los recuerdos de lo que tomo más como un regalo que como una triste despedida.

Un impulso ciego me lleva a agarrarme al borde de un afilado acantilado, con la necia esperanza de sufrir, pero acabar vivo, pero es la razón, la misma que siempre guio mis pasos, la que me mantiene sobre la fría y húmeda silla y me hace rezar, no sé a quién, para que todo esto termine cuanto antes.

Se apaga mi mirada, mi cuerpo se desconecta, porque esa bala ya ejecutó el mortífero movimiento que de forma abrupta, da paso a lo oscuro, lo desconocido, lo eterno.